Quienes trabajamos en el sistema educativo
sabemos que la educación es un proceso mediante el cual el individuo debe
desarrollar integralmente todas las facultades que lo definen como humano, en
el ámbito escolar, dicho proceso se logra a través de la implementación de
estrategias didácticas que impliquen el uso de diversas herramientas y
disciplinas que fortalezcan el accionar operativo de los responsables del
aprendizaje.
En este sentido la pedagogía y la psicología
juegan un papel muy importante en el éxito o fracaso de una determinada
metodología de aprendizaje, ya que ambas realizan aportes fundamentales para
fortalecer la práctica didáctica dentro de las aulas y permiten establecer
puntos de referencia para iniciar un trabajo escolar planeado y consistente con
las características de un grupo de alumnos.
Todo maestro debe ser capaz de identificar,
desde el punto de vista pedagógico, los tiempos y las acciones más adecuadas
para el fomento de los aprendizajes en los estudiantes a su cargo y además, desde
el punto de vista psicológico, las características que los determinan y hacen
únicos en el contexto social al que pertenecen. Particularmente los docentes
deben ser capaces de utilizar la psicología de la educación como un auxiliar
que fortalezca su práctica docente.
El reconocimiento de la psicología de la
educación en el contexto escolar permitirá a los maestros identificar las
características de los estudiantes para considerar las variables evolutivas,
motivacionales, cognitivas, afectivas y de comportamiento que intervienen el
proceso formativo, es decir, permitirá conocer al alumno de forma integral con
la finalidad de buscar las estrategias más acordes con las particularidades del
grupo.
Una vez que se han identificado las
condiciones individuales de los alumnos se pueden tomar decisiones en relación
a la evaluación de los aprendizajes y a la orientación pedagógica que ha de
seguirse en el accionar docente, y así contar con la certeza de que las medidas
que se implementen se encuentran fundamentadas en un diagnóstico que reúna
todas las variables que incidirán en el desempeño o nivel de logro de los
educandos.
Pero la psicología de la educación no
solamente se especializa en el conocimiento de las características de los
estudiantes, también se encarga del estudio de las variables cognitivas,
afectivas y de comportamiento de los maestros, su formación y su evaluación,
con la finalidad de establecer los perfiles óptimos para ejercer la profesión
de forma pertinente y de crear estrategias que posibiliten una valoración lo
más real posible.
Una vez que se conocen las características de
alumnos y maestros, la psicología de la educación se preocupa por el estudio de
los factores y procesos que influyen en la interacción educativa entre ambos,
es decir, las relaciones y convivencia diaria entre ambos actores educativos,
en este contexto los procesos psicosociales que ocurren en la situación de
enseñanza aprendizaje adquieren mayor relevancia y se toman en cuenta para
formar un panorama más amplio en la revisión e identificación de los problemas
educativos.
Otro aspecto que es de interés para la
psicología de la educación es el que tiene que ver con el proceso de diseño y
evaluación del currículo educativo, pues quienes lo diseñan deben tomar en
consideración todas las implicaciones psicológicas que derivan en el desarrollo
de los temas a tratar dentro del aula y el impacto que tendrán en los alumnos
los contenidos curriculares; la evaluación de los saberes debe considerar
también, las distintas áreas y características psicológicas particulares de los
estudiantes.
También el estudio de los procesos e
influencia del contexto físico y sociocultural en la situación de enseñanza y
aprendizaje es de interés para la psicología educativa, ya que las
instituciones educativas se encuentran inmersas en una comunidad o en una
sociedad con características diversas dependiendo del lugar en que se
encuentren, dichas particularidades influirán en las variables psicológicas de
alumnos y maestros, así como también del diseño y planeación del currículo a
desarrollar.
No debe olvidarse que la psicología de la
educación se preocupa también por el estudio de los diferentes sujetos con
necesidades educativas especiales, de los procesos y factores que intervienen
en la integración educativa, el desarrollo de modelos y procedimientos de
enseñanza adecuados para los alumnos con este tipo de característica.
Es evidente que las situaciones que estudia
la psicología de la educación tienen que ver con el contexto escolar y la
influencia del mismo en la educación integral, sin embargo también abarca
aspectos como la educación para padres, la educación para el trabajo, la
promoción de la salud física y mental, las relaciones familiares, y los
procesos de socialización y culturización.
La escuela y el propio sistema educativo,
deben tomar en cuenta todas las consideraciones y saberes que la psicología de
la educación le aporta con el objetivo de tomar medidas más certeras al momento
de establecer los caminos que ha de seguir el educador, el cual es pieza
fundamental para el mejor desempeño de las instituciones educativas.
Pedagogía y psicología de la educación no
deben ser vistas como disciplinas separadas trabajando de forma aislada cada
una desde su campo de acción, sino como herramientas de trabajo que en conjunto
persigan un mismo fin en beneficio del fortalecimiento de los niveles de logro
de los alumnos; la primera no puede tener éxito sin la segunda y viceversa,
usadas de forma adecuada ambas, psicología y pedagogía pueden dar pie al
mejoramiento de las prácticas docentes y como consecuencia al fortalecimiento
de los procesos de enseñanza aprendizaje.
BIBLIOGRAFÍA
Hernández Rojas, Gerardo. “Paradigmas en
la psicología
de la educación”, Edit. Paidos
Educación. México. 2010