Toda disciplina que busca el entendimiento de
un objeto de estudio, necesita establecer las reglas que le permitan llevar a
cabo con certeza los procesos que servirán para descubrir las verdades que
permanecen ocultas en el interior del propio objeto a estudiar. La sociedad al
ser considerada como un objeto de estudio necesita de la sociología para
establecer la forma en que han de abordarse los fenómenos que ocurren en ella.
Uno de los principales exponentes de la
sociología es Emilio Durkheim, quien luego de observar con detenimiento los
fenómenos que ocurren al interior de la sociedad y percatarse de la existencia
de diversos desordenes dentro de ella, se motivó para comenzar a realizar
estudios que le permitieran comprender mejor las causas de dichos trastornos
sociales, su obra está dedicada al estudio del orden social.
Contrario a las ideas de Marx, este autor en su
obra asume una posición reformista que se interesa por el establecimiento del
orden en la sociedad, su opinión era que los desordenes sociales no constituían
una parte necesaria del mundo moderno y podían solucionarse mediante la
introducción de reformas sociales.
En su obra “Las reglas del método sociológico”
define a los hechos sociales como fuerzas y estructuras externas al individuo y
coercitivas, para su estudio los hechos sociales deben ser tratados como cosas,
ya que estos no pueden estar sujetos a la introspección sino más bien a la
objetividad, así se tiene que los hechos sociales no son producto de voluntades
humanas individuales, sino que son exteriores al individuo y al mismo tiempo
moldean las acciones humanas
Durkheim distingue dos tipos de hechos
sociales: los materiales y los no materiales, los primeros hacen referencia a
la burocracia y al derecho, y los segundos a todo aquello que mantiene unida a
las sociedades como la cultura y la religión. En su libro “La división social
del trabajo” establece que lo que mantiene unidas a todas las sociedades son
los hechos sociales no materiales, específicamente mediante una fuerte moral
común o lo que él denominaba una conciencia colectiva intensa. Particularmente
para el caso del mundo moderno lo que une a las personas es la intrincada
división del trabajo que se manifiesta con las relaciones de dependencia de
unos con otros.
Durkheim hace un análisis y comparación entre
las sociedades primitivas y las adelantadas estableciendo que las primeras
mantenían una solidaridad mecánica que se manifiesta por la igualdad de sus
integrantes, caso contrario las segundas que presentan una solidaridad orgánica
caracterizada por la desigualdad de sus miembros.
Con lo anterior se tiene que en las sociedades
donde la solidaridad es mecánica, hay fuertes estados de conciencia colectiva,
la cual es definida como la suma total de las creencias y sentimientos comunes
al término medio de los individuos de la sociedad y que por sí mismos forman un
sistema. La conciencia común sirve para unir a las generaciones y persiste en
el tiempo.
La solidaridad orgánica aparece cuando se
desarrolla la división social del trabajo, lo que ocasiona la desigualdad entre
los individuos y produce interdependencia creciente entre los mismos, y ésta se
refleja en la mentalidad y en la moral humanas. Al aumentar la solidaridad
orgánica disminuye la importancia de la conciencia colectiva y en las
sociedades basadas en éste tipo de solidaridad la coacción social desempaña un
papel importante.
En éste mismo libro establece que la división
moderna del trabajo ocasiona patologías que tienen como consecuencia el
decrecimiento de una sociedad unida, es decir que cada vez los individuos que
conforman a la sociedad de van aislando unos de otros formándose roles que
impiden una cohesión adecuada entre ellos.
Los hechos sociales no materiales son abordados
desde una perspectiva más específica el libro “Las formas elementales de la
vida religiosa”, estableciendo que la religión es la forma más manifestación
más esencial de los hechos sociales no materiales. En esta obra se examina a
las sociedades primitivas con el fin de encontrar el origen de la religión,
concluyendo que la sociedad misma era la fuente de la misma, ya que era ésta la
que definía ciertas cosas como religiosas
y otras como profanas.
La religión entonces era el modo en que la
sociedad se expresaba así misma bajo la forma de un hecho social no material,
sociedad y religión eran dos fenómenos indistintos, llegando a la conclusión de
la vida del grupo es la fuente generadora o causa eficiente de la religión, que
las ideas y las prácticas religiosas se refieren al grupo social y lo
simbolizan, que la distinción entre lo sagrado y lo profano es universal y
tiene consecuencias importantes para la vida social en su conjunto.
Finalmente y a manera de conclusión, se puede
decir que Durkheim fuen quien definió que para que exista un verdadero estudio
sociológico es necesario que el investigador se quite las ideas falsas que
dominan el pensamiento profano, que la materia de toda investigación
sociológica debe comprender un grupo de fenómenos definidos de antemano por
ciertas características externas comunes y, que se deben considerar los hechos
sociales como independientes de las manifestaciones individuales.
BIBLIOGRAFÍA:
Ritzer, George. Teoría sociológica contemporánea.
Mc Graw Hill. México. 1994.
Timasheff, Nicholas. La teoría
sociológica. Fondo
de cultura económica. México. 1997.
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